Se dice de Tony Joe White que podría haber sido el perfecto relevo para Elvis en lo más alto de las listas de éxitos y, de hecho, algunas cosas en común tenían: como el de Tupelo, White poseía autenticidad sureña a raudales, una voz profunda y poderosa y una presencia física idónea para convertirse en estrella de pop. Compositor prolífico y brillante, había además desarrollado un subgénero que le iba como anillo al dedo: un exuberante, lujurioso cruce de country blues con funk y soul negroide que se acabaría conociendo como swamp rock. O sea, música de los pantanos. No en vano Tony Joe White se crió en Louisiana y, según cuenta en muchas de sus canciones, creció trabajando y tocando música con vecinos negros y blancos por igual. Tony Joe White no llegó a ser una estrella masiva, se dice que prefirió dedicarse a cantar sobre el mundo real, a la pobreza y la fatalidad, antes que buscar hits, quién sabe…
De todos modos, me parece que quizá le haya ido mejor así, lo imagino satisfecho, ya con 73 años y aún extrayendo zarpazos eléctricos repletos de wah wah de su guitarra mientras susurra entre carcajadas historias de alligators y ranas-toro, historias sobre su mundo, ese mundo que parece condenado a desaparecer.
Pueden escuchar la hora que le dedicaremos en RUIDO DE HUESOS, el jueves 13, a las 16:30, en el 107.4 FM o en www.radioarrebato.net.