Ya tenía ganas de hacer un programa con aromas a jazmín, azucena y a Galán de noche. Donde tú tal vez te encuentres paseando bajo un cielo gris y lluvioso, donde todavía puedes contemplar restos y sillas encima de una tarima de madera que aún guardan los ecos de unos veraneantes que estuvieron en ese lugar. Donde tú escuchas unas melodías cantadas en castellano. Que te hace recordar una época, la cual una minoría de juventud vestía camisas blancas, chalecos negros, botas camperas y un pañuelo negro alrededor del cuello; cabellos largos al sol en unas primaveras que a su vez creaban una atmósfera ácrata, en unas universidades y ateneos… y en salas culturales, donde algunos curas estaban ayudando a la clase trabajadora.
Tanto la contracultura y la música era un sello de identidad de una parte de aquella juventud que estaba comprometida con unos ideales (que hoy en la actualidad apenas se perciben) Ideales de amistad y de tener buena disposición hacia los demás.
El viaje imaginario del próximo viernes 17 a las 16:30, quisiera que aquellas personas que escuchen EL ALJIBE MUSICAL todavía se sigan emocionando cuando las huellas de sus píes queden grabadas en la arena de la playa. es decir, en los recuerdos de juventud, ya que sin memoria no hay poesía. (BJ)