En el Noches de Alaska de este viernes -veremos si primaveral u otoñal- vamos a escuchar el disco debut en solitario de Antonio Vega, No me iré mañana, editado en 1991 por la discográfica Pasión, propiedad de Paco Martín. Tras la separación de Nacha Pop en 1988, rompió el silencio con este disco que pone de manifiesto quién portaba la magia creativa en el grupo, mientras el resto de los Nacha formaban Rico. Un disco intenso de principio a fin, con una voz que transmite emociones con facilidad y unas guitarras privilegiadas. Un disco en el que encontramos luces y sombras, pop fresco y alegre y composiciones más intimistas marcadas por miedos, temores y fantasmas interiores que fueron habituales a lo largo de toda su trayectoria. Sin lugar a dudas, un disco excelso que ocupa un lugar privilegiado en la música española.